ARTMADERA

Francisco Treceño restauró el taller de su familia, durante muchos años abandonado, en Casasola de Arión, Valladolid, para dedicarse al torneado de la madera. El taller del siglo XIX estaba destinado a la producción de maquinaria agrícola: carros, aventadoras, trillos, norias de riego... La maquinaria que movía un motor de tres caballos mediante un sistema de transmisión con poleas y correas sigue funcionando: una máquina combinada (cepillo-sierra circular-escopleadora), un taladro de pie, dos esmeriladoras, una sierra de vaivén para hierro y un torno en el cual Francisco aprendió a tornear por sí mismo.

Con mucho tesón y un gran amor al trabajo bien hecho, este artesano autodidacta ha logrado crear un "Cono de Apolonio” en madera con tal precisión y maestría que su fama ha dado la vuelta al mundo. Francisco tornea además cuencos de madera inspirados en formas que, como arqueólogo de formación y oficio que fue, nos transportan a tiempos remotos y nos recuerdan a la vez la eterna y moderna belleza de la madera natural.

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