CANOA LAB

Raquel Vidal y Pedro Paz son los componentes de Canoa Lab, un estudio experimental de cerámica situado en Valencia. La pareja se conoció estudiando Bellas Artes en Granada y empezó a trabajar en el taller de cerámica de Juan Carlos Iñesta, un maestro artesano de Manises. La idea fundacional de su estudio surgió a raíz de una instalación artística inspirada en la arqueología: Raquel y Pedro mezclaron objetos viejos encontrados en la naturaleza con piezas de cerámica creadas por ellos mismos, confundiendo al espectador acerca de cuáles habían sido desenterrados y cuáles eran nuevos. Desde entonces, la alteración que el tiempo provoca en los objetos es la principal línea de investigación de su estudio. En Canoa Lab, utilizan unos esmaltes de formulación propia que, al superponerse entre sí, producen una superficie similar a las distintas capas de materia que van adhiriéndose a los objetos con el paso del tiempo. Sus diseños se inspiran en los de culturas antiguas como la íbera, la romana o la griega, una mirada al pasado que también influye en su construcción, durante la cual emplean el menor número posible de herramientas. “Para hacer nuestras piezas utilizamos técnicas ancestrales vinculadas al barro y al metal”, explican. “La construcción a rollos, los moldes por apretón o la fundición a la cera perdida son técnicas casi tan antiguas como el nacimiento de los propios objetos. Nos permiten establecer un nexo directo con nuestros ancestros y sentir cómo el tiempo transcurre entre nuestras manos”.

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