FUNDACIÓN FAJALUZA

Patrimonio cultural de Granada, la cerámica de Fajalauza es una de las pocas tradiciones alfareras españolas, junto con Triana, Manises o Muel, que a lo largo de los siglos han permanecido sin modificaciones significativas en cuanto a caracterización, técnicas y motivos. Decoradas con aves, flores y frutos, especialmente la granada, en una pequeña gama de colores característicos –azul cobalto, verde cobre y morado/negro manganeso–, estas piezas populares concebidas para el uso diario han cautivado el ojo de aficionados y coleccionistas españoles e internacionales, de Sorolla a Yves Saint Laurent.

Tras la conquista de Granada en 1492, los alfares de la ciudad se fueron concentrando en torno a la Puerta de Fajalauza, que da acceso a la parte más alta del Albaicín. El enclave ha terminado designando por metonimia esta cerámica de raíz nazarí, así como a uno de los pocos talleres que quedan en funcionamiento. Su propietario, Don Cecilio Morales Moreno, fallecido el 12 de mayo de 2022 a los 101 años, ha sido el decano de los artesanos españoles y el último representante de una saga que se remonta al siglo XVI.

Por iniciativa de varios de sus sobrinos y con el apoyo de instituciones locales como la Agencia Albaicín, Fajalauza se constituyó en fundación en abril de 2017. Y no solo mantiene su actividad gracias al buen hacer del maestro de la casa, Manuel España, sino que pretende convertirse en un centro abierto y participativo desde el que proteger y dar a conocer esta tradición cerámica ancestral, en colaboración con instituciones como la Universidad de Granada o la Escuela de Artes y Oficios José Valdelomar.

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