LIVIA GARRETA

Livia Garreta creó su primer mosaico en 1986, cuando viajó a Rávena para estudiar la disciplina por la que esta ciudad italiana ocupa un lugar privilegiado en la Historia del Arte. Tres años después de formarse como mosaiquista en el Centro Internazionale di Studi per l’Insegnamenti del Mosaico (CISIM), abrió su propio taller en Barcelona. Livia está especializada en la técnica más característica de la arquitectura modernista catalana, el trencadís, aunque domina muchos otros tipos de mosaicos. Para crearlos, parte de un diseño a escala que normalmente dibuja con acuarelas, y que luego reproduce con las teselas que crea en su taller, cortando azulejos o cualquier otro material que sea duro y resistente. Livia Garreta ha restaurado mosaicos tan emblemáticos de su ciudad como el que da la bienvenida a los visitantes de La Boquería en la puerta del mercado o los de la Cripta de La Sagrada Familia. Sin embargo, la mayoría de encargos que recibe consiste en la creación de mosaicos nuevos, como el de vidrio que hizo en 2012 para la masía La Freixeneda de Freixenet o el que creó dos años antes para el Museo del Modernismo Catalán. En su taller, también imparte talleres. Livia siente pasión por su oficio, el cual no solamente ejerce, sino que se ha propuesto divulgar. “Al estar integrados en la arquitectura los mosaicos forman parte de la vida cotidiana, pero es un arte muy desconocido”, explica.

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