LLADRÓ

Lladró es una marca de porcelana famosa por sus figuras artísticas. Fundada en 1953, la empresa nació de la pasión por la porcelana de Juan, José y Vicente Lladró, tres hermanos valencianos que comenzaron a elaborar sus primeras piezas en un pequeño horno moruno construido en el patio de su casa de Almácera. Tuvieron éxito y, cinco años más tarde, trasladaron su taller a una nave de Tabernes Blanques (actual sede de Lladró) para hacer frente a la creciente demanda de sus figuras, inspiradas durante esos primeros años en el estilo rococó de manufacturas históricas como la de Sèvres o Capodimonte. Otro momento importante en la historia de la marca llegó en la década de los 60 con la introducción de la monococción. Lladró fue pionera al simplificar el proceso de cocción reduciéndolo a una única cochura (hasta entonces hacían falta varias) gracias a esta técnica, con la que se consigue el acabado cristalino y las tonalidades pastel por las que las figuras de la marca son mundialmente famosas.

 Entre estas piezas, destacan clásicos como la figura de Don Quijote, adquirida en los años noventa por el Museo Hermitage de San Petersburgo para su colección permanente, o las series dedicadas a las profesiones o las distintas religiones. En cuanto a las más recientes sobresale The Guest (El Invitado), una figura creada en 2012 por el diseñador Jaime Hayon y que han versionado otros artistas y diseñadores tan destacados como Gary Baseman, Paul Smith o Ricardo Cavolo. Culdesac o Bodo Sperlein son otros de los diseñadores externos que en los últimos años han enriquecido el universo creativo de Lladró, cuyas piezas se siguen haciendo a mano en la fábrica de la empresa en Valencia. Lladró es una marca de porcelana famosa por sus figuras artísticas. Fundada en 1953, la empresa nació de la pasión por la porcelana de Juan, José y Vicente Lladró, tres hermanos valencianos que comenzaron a elaborar sus primeras piezas en un pequeño horno moruno construido en el patio de su casa de Almácera. Tuvieron éxito y, cinco años más tarde, trasladaron su taller a una nave de Tabernes Blanques (actual sede de Lladró) para hacer frente a la creciente demanda de sus figuras, inspiradas durante esos primeros años en el estilo rococó de manufacturas históricas como la de Sèvres o Capodimonte. Otro momento importante en la historia de la marca llegó en la década de los 60 con la introducción de la monococción. Lladró fue pionera al simplificar el proceso de cocción reduciéndolo a una única cochura (hasta entonces hacían falta varias) gracias a esta técnica, con la que se consigue el acabado cristalino y las tonalidades pastel por las que las figuras de la marca son mundialmente famosas.

 Entre estas piezas, destacan clásicos como la figura de Don Quijote, adquirida en los años noventa por el Museo Hermitage de San Petersburgo para su colección permanente, o las series dedicadas a las profesiones o las distintas religiones. En cuanto a las más recientes sobresale The Guest (El Invitado), una figura creada en 2012 por el diseñador Jaime Hayon y que han versionado otros artistas y diseñadores tan destacados como Gary Baseman, Paul Smith o Ricardo Cavolo. Culdesac o Bodo Sperlein son otros de los diseñadores externos que en los últimos años han enriquecido el universo creativo de Lladró, cuyas piezas se siguen haciendo a mano en la fábrica de la empresa en Valencia.

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