LUIS MÍNGUEZ

Maestro es la palabra que mejor designa a Luis Mínguez Serrano, con toda la carga de profunda admiración y respeto que expresa. Luis, pese a su evidente juventud tiene la mirada serena de quien sabe que su habilidad, su esfuerzo y su creatividad le han llevado a la cima.

Cuando tenía 18 años su padre, encuadernador del Archivo Real de la Administración, lo tomó como aprendiz en su taller de Alcalá de Henares. Por aquellas épocas un amigo de la familia, Javier González de Vega, crítico de arte, asesor cultural de Tabacalera y escritor, le animó a buscar la excelencia enseñándole catálogos de grandes encuadernadores. Cuando Luis se independizó y montó su propio taller ya buscaba la perfección en cada gesto y en cada obra.

De su taller-casa en Santorcaz salen ediciones exquisitas y artísticas con destino a los lugares más prestigiosos del mundo: desde el Vaticano hasta la Casa-Blanca, desde Japón hasta Chile. Luis Mínguez no es un encuadernador, es un artista que encuaderna con un gran conocimiento de las técnicas artesanas y con una creatividad profundamente anclada en esta particular disciplina.

Sus libros tienen además de la encuadernación clásica, camisa y estuche, todo concebido como un marco que protege, embellece y añade significado a la obra escrita.

Desde el momento de coser y "enlomar" hasta el de grabar el cuero, todos los procesos requieren un minucioso cuidado. La especialidad de Luis es el aguafuerte sobre cuero que se trabaja por separado y que requiere una prensa especial llamada tórculo.

 Ni que decir hay que todos los posibles premios de artesanía o encuadernación del mundo han llegado a las manos de este gran hombre que forma, sin duda, parte de la aristocracia del buen hacer artesano europeo.

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