PA LUCIR EL PALMITO

El trabajo de la cestería de palmito es de gran tradición en nuestro país, y sigue vivo gracias a la labor de artesanos como Antonio Rodríguez Bernal, que no solo realiza bellas piezas si no que imparte cursos e investiga en la recuperación de técnicas artesanas de este oficio ancestral. En las piezas realizadas por Antonio puede apreciarse la perfección de los acabados y la versatilidad de aplicación de sus diseños.

Su formación ha tenido tres pilares muy importantes: el primero, su abuelo, que le enseñó la base de este trabajo, la recolección, el secado, la preparación de la materia prima, la empleita tradicional, el cosido de esta, las piezas tradicionales de su pueblo y sobre todo el amor por la palma. El segundo, la palma (o palmito), que le enseña y le engaña continuamente, las muchas horas de dedicación le han hecho evolucionar, ampliar conocimientos, perfeccionar acabados, adquirir nuevas técnicas y dar más contemporaneidad a la palma con nuevos diseños. El tercero, el encuentro con otros cesteros.

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